jueves, 29 de abril de 2010

VAYA SEMÁFOROS

Cuando pasa una ambulancia, un coche de Bomberos o de Policía con la sirena encendida, da igual lo que estemos haciendo. Siempre paramos para hacer una cosa: Mirarlo. Y es curioso porque en realidad es el mismo vehículo que no le hacemos ni puñetero caso cuando circula sin hacer ruido. Si estamos en la acera dialogando con alguien, paramos de hablar y lo vemos. Si nos pilla en casa, nos asomamos a la ventana. “Ni-no, ni-no o aahhaaah” y se calla. Estoy convencido de que es una herencia social que indica que cuando oímos el sonido de la emergencia hay que parar. Si estamos en el coche, lo dejamos pasar como podemos. A veces, nos echamos a un lado, paramos de circular o hacemos cualquier cosa. Ahora, cada día que paso por el Parque de Bomberos, veo en las esquinas los semáforos “Todo marcha bien”, que es un nombre que le puse después de ver un capítulo de los Simpson. Iba de que Homer se hizo inventor y creó un sistema de alarma que estaba todo el rato sonando mientras que no pasaba nada. En cambio, si se paraba, había una emergencia. Sin duda, una feroz burla a inventos que usamos y sirven de poco. Los semáforos de las puertas del Parque de Bomberos si parpadean constantemente, no es que estén averiados y no funcionen. Simplemente, es que todo marcha bien. En cambio, hay unos segundos cada semana que se ponen en rojo, que es cuando tienen que salir los Bomberos a una emergencia. En ese instante, las sirenas suenan,todo el mundo se para y nadie mira al semáforo porque atiende a los coches con la sirena. Pero, están en rojo, que conste. De toda la vida, los Bomberos han salido sin poner la luz roja. Pero, ya que están, ¿No sería más lógico que funcionaran para evitar a la gente hacer los “stops” y mejorar la seguridad?. Y si le hacen falta a los bomberos para salir, que les dé al mismo botón y los ponga rojos todos de una vez. Así, salen y vuelven a funcionar. Y, luego, nos reímos de Homer.

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