miércoles, 4 de noviembre de 2009

A PAGAR A HACIENDA

Queda poco. El 6 de noviembre, tendré que repartir entre todos 298 euros. De otra manera, la Agencia Tributaria vendrá a por el segundo pago de la Declaración de la Renta de todas las personas que tuvieron la desgracia que, un día de mayo o junio, hicieran sus cuentas con el fisco y les saliera a pagar. Antes, uno de los deseos de futuro que te daban tus amigos era: “Ojalá que, cada año, te salga a pagar la Declaración de la Renta”. Sin duda, era prueba inequívoca de que se recibían unos ingresos considerables por la actividad laboral o por los negocios empresariales. Sin embargo, ahora, los que pagan al fisco son, como siempre, los más desgraciados o los que menos dinero tienen. Hoy, que te digan eso es igual que desearte: “Que seas tonto toda tu vida”.

Resulta muy sencillo. Una persona que cuente con unos ingresos importantes, si tiene cabeza, nunca tendrá que pagar a Hacienda. A lo largo de los años, los que pagan siempre son los pobres. Ahora, llega el tiempo para algunos de las simulaciones, es decir, de ajustar cuentas para no soltarle dinero a todos, sino quedárselo para uno mismo. La Declaración de la Renta se hace en función de las cuentas de un año, por lo que, en las últimas semanas de diciembre, suelen estar claras. Simplemente, con el programa PADRE en el ordenador se puede tener una estimación del dinero que tendrá que pagar. Sin embargo, para los que más tienen, el pago es voluntario o, lo que es lo mismo, si quieren no pagan ni un duro.

Un español acaudalado hace cuentas con Hacienda con una simulación del programa PADRE. Si le salen a pagar 1.500 euros, por ejemplo, si tiene más dinero no dará un solo euro. Si considera que hay planes de pensiones que desgravan hasta el 20% de los ingresos, si introduce 6.000 euros en su plan de pensiones la Declaración de la Renta le saldrá cero o, lo que es lo mismo, no tendrá que pagar nada. Y esos 6.000 euros los tendrá para cuando se jubile, ya que está claro que un rico no puede ser pobre como la mayoría de los pensionistas (la pensión media es de 525 euros en la provincia jiennense, que está por debajo del umbral de la pobreza que establece la propia Organización de Naciones Unidas para Europa).

Los abuelos, al igual que los estudiantes, son pobres por naturaleza. Sin embargo, con la actual normativa, también los podrá recuperar antes. Sólo tiene que quedar en situación de paro durante un mes. Pero, existe el otro caso. Una joven universitaria que ha trabajado durante 4 meses durante este año y, luego, ha quedado en el paro. En ese tiempo, ha podido ganar unos 4.000 euros. Si tiene tiempo cotizado suficiente, tendrá derecho a la prestación, que será la que le joderá todas sus cuentas. En ese momento, contará con dos pagadores, por lo que tendrá que hacer, de forma obligatoria, la Declaración de la Renta. Además, ha de saber que el dinero del paro no está sujeto a retención fiscal en el momento que se recibe, pero sí cuando Hacienda te pide cuentas. De ahí que, casi seguro, le saldrá a pagar. Sin embargo, su caso será bien diferente al de la persona que tiene buenos ingresos mensuales y le sale la Declaración de la Renta a pagar, ya que ella, generalmente, no tendrá 3.000 euros, por ejemplo, si Hacienda le exige abonar 750, para ingresarlos en un plan de pensiones. De ahí que repartirá entre todos los españoles esos 750 y, cuando se jubile, será pobre porque carecerá de un buen plan de pensiones.

Existen más casos. Por ejemplo, un joven que gana 800 euros al mes. Hay millones en España y miles en Jaén. Si tiene la suerte de acceder a una Vivienda de Protección Oficial (VPO), a priori, pensará que le ha tocado la Lotería. No le regalarán un piso, ni una casa, sino que tendrá que trabajar duro durante más de 20 años y destinar más de la mitad de su jornal para pagarla. Pero, al menos, tendrá un techo. Las VPO cuentan con ayudas públicas que, generalmente, se dan a la entrega de llaves y sirve para abonar el dinero de la entrada. Lo normal es recibir entre 9.000 y 12.000 euros. No obstante, lo que la mayoría desconoce es que, ese dinero, al igual que el paro no tiene retención fiscal en el momento de la entrega, pero sí a la hora de realizar la Declaración de la Renta. De ahí que cuando el político le dé la mano y le diga que le entrega una subvención de 12.000 euros, por ejemplo, con total libertad le puede decir: “Qué dices, pedazo de mentiroso”. Es sencillo. La retención fiscal rondará el 15 o 20%, por lo que Hacienda le reclamará en la Declaración de la Renta entre 3.000 y 4.000 euros de los que le ha dado en subvención. De ahí que la ayuda, en realidad, sea de 8.000 o 7.000 euros, ya que el resto hay que pagarlo después.

La Agencia Tributaria da dos opciones: pagarlo de golpe o en cuatro años. Para no pagar 4.000 euros, se debe aportar 12.000 a un plan de pensiones (siguiendo el mismo ejemplo, aunque hay otras opciones para escaquearse). ¿Quién tiene ese dinero?. Sin duda, el adjudicatario de una VPO, no. Un rico, sí. Por ello, estoy convencido de que Hacienda somos todos, pero sólo coge el dinero de unos pocos o, lo que es lo mismo, de los que menos tienen.

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